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La Ciencia de los Rituales: ¿Por qué buscamos Ayuda y Curación en la Repetición?

Francesca Gino y Michael I. Norton son científicos del comportamiento y profesores en la Escuela de Negocios en Harvard. Ellos explican en este artículo de Scientific America algunos de los experimentos que realizaron al respecto de los rituales. Es una gran lectura si quieres adentrarte en explorar cómo los rituales pueden ayudarte en tu vida diaria.

Piensa acerca de la última vez que estuviste a punto de ir a una entrevista de trabajo, hablar enfrente de una audiencia o ir a una primera cita. Para calmar tus nervios, probablemente pasaste tiempo preparándote - leyendo acerca de la compañía, revisando tus diapositivas, practicando tus mejores frases encantadoras. Las personas que enfrentan situaciones que los inducen a la ansiedad, suelen sentirse cómodos participando en actividades de preparación, lo cual los provee del sentimiento de estar de nuevo en control y reduciendo la incertidumbre.

Mientras que un poco de preparación extra parece perfectamente razonable, la gente también se involucra en comportamientos aparentemente ilógicos durante este tipo de situaciones. Aquí está la descripción de una persona en nuestra investigación:

Golpeo fuertemente mis pies en el suelo bastantes veces, tomo varias respiraciones profundas y "agito" mi cuerpo para eliminar las energías negativas. Hago esto a menudo antes de ir a trabajar, de entrar a una reunión y frente a la puerta antes de entrar a mi casa después de un largo día.

Mientras que nosotros sólo podemos imaginar lo que sus colaboradores y vecinos piensan de su inusual comportamiento, tales rituales - el comportamiento simbólico que lleva a cabo antes, durante y después de eventos significativos – son sorprendentemente omnipresentes a través de las culturas y la historia. Los rituales vienen en todas las formas y tamaños imaginables. Algunas veces, son comunitarios o de naturaleza religiosa, a veces los llevamos a cabo en soledad; en ocasiones implican fijas secuencias de acciones repetidas, en otras ocasiones no. La gente se involucra en rituales con la intención de alcanzar un amplio conjunto de resultados deseados, desde reducir su ansiedad hasta aumentar su confianza, desde aliviar su aflicción hasta tener un buen rendimiento en una competencia - o inclusive, hacer llover.

Investigaciones recientes sugieren que los rituales son más racionales de lo que aparentan. ¿Por qué? Porque inclusive los rituales simples pueden ser extremadamente efectivos. Los rituales realizados después de alguna pérdida -desde seres amados hasta perder la lotería- alivian el dolor, y los rituales realizados antes de tareas de alta presión – como cantar en público - de hecho reducen la ansiedad e incrementan la confianza personal. ¡Lo más increíble es que estos rituales parecen beneficiar inclusive a las personas que dicen no creer en ellos!

Mientras los antropólogos han documentado rituales en todas las culturas, esta temprana investigación ha sido principalmente observacional. Recientemente, una serie de investigaciones hecha por psicólogos ha revelado nuevos e intrigantes resultados que demuestran que los rituales pueden tener un impacto causal en los pensamientos de las personas, sus emociones y comportamientos.

La superestrella del Basketball Michael Jordan, llevaba sus shorts de la Universidad de Carolina del Norte debajo de sus shorts de los Chicago Bulls durante cada juego; Curtis Martin de los Jets de New York leía el Salmo 91 antes de cada juego. Wade Boggs, ex-tercera base de los Medias Rojas de Boston, despertaba a la misma hora todos los días, comía pollo antes de cada juego, atrapaba 117 pelotas en los entrenamientos, hacía prácticas de bateo a las 5:17 y corría carreras cortas a las 7:17.

¿Rituales como estos en realidad mejoran el rendimiento? En un reciente experimento, personas recibieron una pelota de golf de la suerte o una pelota ordinaria, para después realizar una actividad de golf; en otro, las personas realizaron una actividad de destreza motora y se les pidió que simplemente iniciaran el juego o escucharan al investigador decir: “Voy a cruzar mis dedos por ti” antes de iniciar el juego. Los rituales supersticiosos mejoraron la confianza de las personas en sus habilidades, motivando un mayor esfuerzo - y mejorando el rendimiento posterior.

Estos hallazgos son consistentes con investigaciones en psicología del deporte, demostrando las ventajas en el rendimiento de rutinas previamente llevadas a cabo, desde mejorar la atención y ejecución hasta incrementar la estabilidad emocional y la confianza.

Los seres humanos sienten incertidumbre y ansiedad en una serie de situaciones más allá de experimentos en laboratorio y deportes– como al trazar un nuevo terreno. A finales de 1940, el antropólogo Bronislaw Malinowski vivió entre los habitantes de las islas en el Sur del Océano Pacífico. Cuando los residentes iban a pescar en aguas turbulentas, infestadas de tiburones más allá del arrecife de coral, realizaban rituales específicos para invocar poderes mágicos para su seguridad y protección. Cuando pescaban en las calmadas aguas del lago, veían la pesca como una actividad normal y no realizaban ningún ritual. Malinowski sugirió que las personas son más propensas a recurrir a rituales cuando enfrentan situaciones donde el resultado es incierto y fuera de su control - como cuando los tiburones están presentes.

Los rituales frente a las pérdidas como la muerte de un ser amado o el final de una relación (¡O perder un miembro por la mordida de un tiburón!) son omnipresentes. Hay una amplia variadad de conocidos rituales de duelo que inclusive pueden ser contradictorios: llorar cerca de aquellos que están muriendo es visto como algo perjudicial por los Budistas Tibetanos, pero es un signo de respeto por los Católicos Latinos; los rituales Hinúes alientan a la eliminación del cabello durante el duelo, mientras que hacer crecer el pelo (en forma de una barba) es el ritual preferido por los varones Judíos.

Las personas llevan a cabo rituales de duelo como un esfuerzo por aliviar su dolor- ¿pero realmente funcionan? Nuestras investigaciones sugieren que realmente lo hacen. En uno de nuestros experimentos, le pedimos a la gente que recordara y escribiera sobre la muerte de un ser querido o el final de una relación cercana. Algunos escribieron sobre el ritual que realizaron después de experimentar la pérdida:

“Busqué todas las fotografías que nos tomamos juntos durante el tiempo que salimos. Entonces las destruí en pequeñas piezas (¡incluso aquellas que realmente me gustaban!), y después las quemé en el parque donde nos dimos nuestro primer beso.”

Encontramos que las personas que escribieron sobre su participación en un ritual, reportaron sentimientos menos dolorosos que aquellos que sólo escribieron sobre la pérdida.

Los rituales parecen ser eficaces, pero, dada la gran variedad de rituales documentados por científicos sociales, ¿sabemos qué tipo de rituales funcionan mejor? En un estudio reciente llevado a cabo en Brasil, los investigadores estudiaron a personas que realizan simpatías: rituales formulados que son usados para combatir problemas tales como dejar de fumar, curar el asma y protegerse de la mala suerte. La gente percibe que las simpatías son más eficaces dependiendo del número de pasos involucrados, la repetición de procedimientos y si los pasos son realizados en un momento específico. Aunque se necesita más investigación en esta área, estos interesantes resultados sugieren que la naturaleza específica de los rituales puede ser crucial para comprender cuándo funcionan - y cuándo no.

A pesar de la ausencia de una conexión causal directa entre el ritual y el resultado deseado, realizar rituales con la intención de producir un determinado resultado parece ser suficiente para que éste se vuelva realidad. Mientras algunos rituales son poco probable que sean eficaces -tocar madera no va a hacer que llueva- muchos rituales cotidianos tienen bastante sentido y son sorprendentemente efectivos, simplemente porque esperamos que lo sean.